Control de calidad ¿Seguro?

Optar por comprar productos excesivamente baratos puede llevarnos a encontrarnos con productos en los que se hayan pasado por alto ciertos procesos durante su fabricación. Por lo general, esto suele resultar en una cuestión de insatisfacción por parte del cliente, que en la mayoría de los casos termina con la devolución del producto o una mala reseña. 

Algunos fabricantes deciden bajar costes sacrificando la calidad de los materiales, reduciendo prestaciones, pero en algunos casos simplemente reducen costes realizando test de calidad superficiales o incluso omitiéndolos por completo.  Es precisamente esta última practica la que nos lleva a encontrarnos con productos que dejan mucho que desear a pesar del contar con el marcado CE. La ausencia de un control de calidad representa un problema inadvertido para el consumidor, quien debe confiar en que el fabricante ha cumplido con todos los procesos necesarios antes de lanzar un producto al mercado. Este proceso no debe subestimarse, dado que puede incidir en la seguridad, la reputación de una marca y la satisfacción del consumidor. 

“… y para muestra, un botón”. 

El foco indeciso. 

Cuando  adquirimos un foco de luz, independientemente de su precio, esperamos que cumpla su función básica de proporcionar luz. En mi caso, experimenté un problema con un foco de una marca genérica comprado en un centro de bricolaje: se encendía brevemente para luego apagarse, repitiendo este ciclo constantemente. ¿Cómo es posible que un producto que supuestamente indica que ha pasado pruebas para asegurar su calidad, presente una deficiencia tan evidente? 

Un deseo de comprender qué causaba este fallo superó la idea de devolver el producto al fabricante. 

Mi experiencia previa me sugería que los parpadeos en los LEDs podrían deberse a problemas en la alimentación. Por lo general, cuando un LED falla, suele dejar de emilir luz o atenuarse notablemente y no era el caso. Entonces, decidí desmontar la unidad de alimentación para inspeccionarla. 

A simple vista, la parte superior de la placa no mostraba signos visibles de componentes deteriorados, como condensadores hinchados, resistencias quemadas o daños evidentes. Sin embargo, al revisar la parte inferior, no tardé en descubrir el problema. Bastó con una inspección visual mínima para identificarlo. 

Altavoz Bluetooth Sin Recarga 

Hace un tiempo, adquirí un moderno altavoz Bluetooth con batería recargable a un precio muy barato. Al principio, todo parecía ir sobre ruedas. La calidad del sonido era decente, y la portabilidad que ofrecía era justo lo que necesitaba. Sin embargo, al cabo de unos días se presentó un problema inesperado. Una vez agotada la carga de la batería, este no podría volver a cargarse.

No importaba cuánto tiempo lo dejara enchufado; el dispositivo seguía indicando que la batería estaba agotada hasta apagarse a los pocos segundos. Supuse que el problema podría radicar en el cable o el cargador, así que probé con varios modelos, pero el resultado fue el mismo. 

Desmonté el altavoz y comencé a investigar más a fondo. Usando un polímetro, verifiqué que los contactos del conector microUSB en la placa tenían la tensión esperada, pero el resto del circuito no. Fue entonces cuando hice un descubrimiento desconcertante: el pin del terminal correspondiente a la masa estaba soldado a una pista que no llevaba a ningún lugar. No era un error debido a un fallo de soldado, era un error de diseño descomunal. 

Este hallazgo dejó en evidencia un problema grave en el proceso de fabricación y control de calidad de este altavoz. Al diseñar ese punto de soldadura aislado del del circuito, el dispositivo no funcionara correctamente y los usuarios se enfrentarán a problemas de carga permanentes. He de suponer que después de recibir cientos de devoluciones habrán solucionado el problema. 

En mi caso preferí solucionarlo yo mismo.

La reparación consistió en conectar el termina de masa del conector con la masa del circuito masa. Para ello soldé un pequeño trozo de un alambre uniendo las dos pistas del circuito. Hecho esto el altavoz comenzó a cargar como era de esperar. Este caso real demuestra que el problema no siempre es una rotura interna o una desconexión accidental, sino la falta de control de calidad en el proceso de fabricación. 

 

Caro o barato. Fiabilidad vs riesgo 

Como conclusión este asunto, me gustaría compartir una reflexión final:
¿Qué ocurre si estos fallos en el control de calidad afectan a productos más delicados y críticos?. Por ejemplo, sistemas de gestión de baterías (BMS), sensores de protección u otros dispositivos que podrían representar un riesgo significativo para la seguridad. 

Personalmente, basándome en lo observado, tengo claro que cuando necesite productos de cierta criticidad los compraré únicamente de marcas y fabricantes confiables, quienes valoran su prestigio y la calidad de lo que producen. Una marca barata y desconocida, que no prioriza la calidad, representa un riesgo. Si algo sale mal, les importa poco, ya que no tienen mucho en juego. 

Autor: artefactos.leame.com